Cada 15 de mayo, el distrito de Capira, que forma parte de la décima provincia, celebra con fe y devoción, una de las actividades religiosas más representativas del mismo, la fiesta de San Isidro Labrador, un madrileño agricultor, que fue elevado a los altares por la iglesia Católica por años 1622 y que los capireños han hecho parte de su vida.
Cuenta una vieja tradición, que la imagen del santo fue llevada a este pueblo por error, ya que le correspondía la que se encuentra en La Chorrera, pero al abrir el bulto vieron que la imagen reflejaba el hombre del campo, el trabajador de la tierra, el cual se asemejaba a la realidad de la mayoría de los pobladores de aquella época. No era casualidad, no era un error.
En el templo parroquial, casi recién inaugurado se ven llegar fieles creyentes con una particularidad, que al resto de las devociones populares, su humildad y sencillez.
Las manos y rostro marcadas por las labores del campo, el vestido sencillo y sombrero de trabajo. Por que bien es sabido que la imagen peregrina de San Isidro Labrador, recorre cientos de kilómetros montaña a dentro, acercándose aquellos que piden su intercesión para la buena siembra y cosecha, ya que es este distrito el que brinda la mayor producción agrícola, a esta zona del país y provincias cercanas.
Para ellos San Isidro es modelo de intercesión, ya que fue uno como ellos, un jornalero en los campos de Madrid, por los años 1119, labrando la tierra, y cuidando de los terrenos de grandes hacendados de aquella época. Es Isidro Labrador el que cuida del sustento de la familia.
Estas festividades religiosas se ven anticipadas por nueve días de reflexión, que giran alrededor de la vida terrenal del buen llamado Isidro, para recordar y tratar de imitar aquellas virtudes que caracterizaron al santo de los campesinos, ya que es ejemplo de fiel creyente de Dios, de padre, esposo y hombre trabajador de la tierra.
Esta noche, el pueblo capireño se unirá, en una sola voz, frente a la imagen del Santo Labrador pidiendo por el fin de la pandemia en el mundo, la mejoría de los enfermos, el cuido de los desvalidos y la buena cosecha de nuestros campesinos.